Vio la luz

La exposición de Jesus Valbuena tiene ya casi una semana de vida. El viernes pasado se inauguró con un sencillo y emotivo acto.

Unas breves palabras del autor

Un paseo para disfrutar de la colección de fotografías

Un pequeño refrigerio
 

Y abundante conversación

Sin estridencias. Todo muy agradable y muy cercano, para que ninguno de los asistentes se sintiera fuera de sitio.

Ahora le toca ir creciendo hasta el 4 de Octubre, día en el que se clausurará. Pasad a verla. Si estáis dudando, haced este pequeño recorrido virtual y seguro os animaréis.

Expo fotografia in España

Si todavía no os resulta suficiente os voy a contar un secreto. Ayer me fui yo solo a ver la exposición. Había estado colaborando en el montaje, estuve en la inauguración, he realizado la esférica y había visto antes casi todas las fotos que Jesus presenta. Pues bien, en ese momento íntimo, con la sala vacía (solo ocupada por las fotos y por mí), en medio de esa luz tenue, tuve la sensación de que los personajes de las fotos se comunicaban entre ellos. Sutilmente, conscientes de mi presencia pero sin permitirme acceder a su lenguaje de miradas. No me extrañaría que, cada noche, cuando se cierra  la exposición y se apagan las luces, se pongan a conversar para contarse cómo ha vivido cada uno su día.

De lo cotidiano y a nuestro alrededor

Una exposición es como la punta de un iceberg. Una pequeña masa de hielo que asoma sobre la superficie del agua a la que la luz del sol arranca destellos y reflejos azulados. Pero, para que aflore la belleza de esa mínima porción de hielo, es necesaria otra enorme masa sumergida que la sustente.

La exposición que presentará nuestro compañero Jesus Valbuena (tejeval) a partir del día 14 de este mes en Zorroza entiende mucho de la comparación con la que se abre esta entrada. Las imágenes que mostrará recogen situaciones cotidianas que la sensibilidad del fotógrafo consigue transformar en destellos, en pulsos vitales.

Pero debajo de lo que se muestra hay mucho trabajo silencioso, mucha reflexión, algunos momentos de desasosiego y mucha, mucha ilusión. Todo para construir un mensaje que convenza al autor y remueva al espectador.

Más abajo todavía. Mas lejos de la superficie del agua y por tanto más oscuras aún, están todas las acciones necesarias para obtener  financiación. La mínima necesaria para comprar todos los materiales  que permitan mostrar las fotografías de una manera digna. Porque esta es una exposición que no ha recibido todavía ningún apoyo público. Ha sido el propio autor el que ha ido llamando a cientos de puertas de pequeñas empresas y comercios para reunir esa pequeña cantidad de dinero necesaria para que podáis disfrutar de lo que veréis cuando os acerquéis. Deberiais hacerlo. Va a merecer la pena.